Se trata de una impresión que utiliza tintas cuyo secado se produce gracias a la luz ultravioleta a diferencia de las tintas de base acuosa que lo hacen gracias al contacto con los soportes de impresión y que es como se ha producido tradicionalmente. Este sistema permite la impresión sobre materiales flexibles y rígidos como el textil, la madera, el vidrio o el aluminio, sin importar las condiciones de la superficie por esta razón son conocidas cómo impresoras híbridas. Es un proceso rápido ya que las lámparas se encuentran en los cabezales de la impresora impidiendo que la tinta se emborrone gracias a que el tiempo entre impresión y secado prácticamente no existe. El mantenimiento de las maquinas es más sencillo y puede ser menos frecuente puesto que al no secarse las tintas la limpieza es más rápida y menos agresiva para los cabezales.
Al usar este tipo de secado no se desprenden elementos químicos volátiles (VOC), olores o desperdicios, hecho que lo hace respetuoso con el medio ambiente y lo incluye dentro de la filosofía productiva Green Print. El proceso no utiliza calentadores para secar la tinta, por lo que es energéticamente más sostenible. Además, es más rentable debido al ahorro de tiempo en el secado y porque se puede prescindir de los revestimientos usados para que las tintas acuosas se sequen más rápidamente, reduciendo así los costes.
Estas tintas son plásticas y se conocen como tintas polimerizadas. Son muy adecuadas para realizar una impresión resistente al exterior ya que soportan muy bien la lluvia, las altas temperaturas y las rayadas, sin necesidad de aplicarles una imprimación protectora.
El resultado de la impresión con tintas UV es de alta calidad y ofrece una gran resolución, una mayor profundidad de color así como unas imágenes más nítidas y brillantes.