Thomas Barbey nació en Ginebra en 1957, en la calle donde se encontraba la fábrica de la prestigiosa marca de productos de arte suizos Caran d’Ache. Desconocemos si eso tuvo algo que ver con que empezara a realizar dibujos artísticos a la temprana edad de 13 años. A los 17, tras haber dedicado un tiempo a diseñar carteles para bandas de música locales, se trasladó a Milán donde ejerció de fotógrafo de moda. Pero lo que ha destacado de Barbey ha sido su proyecto personal.
Barbey crea fotomontajes en blanco y negro de tintes surrealistas, inspirados, según él, en ”los viajes por todo el mundo, la vida cotidiana y algunos de sus artistas favoritos como René Magritte, MC Escher o Roger Dean”.
Utilizando una cámara Mamiya RB 67 y varias Canon AE-1 ha tomado y combinado cientos de imágenes de forma analógica durante más de veinte años, con la ayuda de una ampliadora en un cuarto oscuro. Así ha conseguido dar a su obra un estilo específico y muy característico.
El montaje comienza con el concepto. Le sigue el hecho de fotografiar y la selección de los negativos. El diseño se crea entonces eligiendo cuidadosamente los procedimientos de revelado e impresión como la impresión de combinación; el intercalado de negativos; la doble exposición en cámara; re-fotografiar las fotografías haciendo un collage; y varias combinaciones de las anteriores.
En otras ocasiones el concepto inicial no surge y aparece como un accidente: Las ideas vienen después, cuando la imagen ya está formada y el concepto aun no es comprensible. Barbey afirma que el proceso de creación es un constante aprendizaje.
Sus reproducciones fotográficas se exponen en museos de todo el mundo y muchas forman parte de colecciones privadas. A continuación os mostramos algunas de las fotografías de este peculiar autor.