La compañía de artículos de lujo Louis Vuitton se ha convertido en la primera empresa del mundo en instalar una pop up store impresa en 3D en un centro comercial.
Esta se encuentra en el centro comercial Westfield de Sydney y fue producido en solamente dos semanas por la empresa OMUS, empleando una impresora 3D de gran formato. Para ello se fabricaron 48 secciones que fueron unidas para crear una cúpula que posteriormente se cubrió de una lona impresa plateada. Para acabar, se añadieron el logotipo de la marca en vinilo impreso y un gran adhesivo para suelo con el dibujo de elefante.
Según Robert Grosso, director de OMUS, “Con más tiempo podríamos haber obtenido unos resultados más pulidos pero los plazos eran muy estrictos y había que cumplirlos. Lo importante es que el cliente está satisfecho con el producto”.
La impresión en 3D permite interpretar y hacer realidad aquello que los diseñadores tienen en mente con una precisión que ningún otro método de fabricación puede garantizar.
En este caso, Luis Vuitton apostó fuerte por una técnica no convencional para conseguir algo distinto y que llamara la atención de los compradores, cautivándoles a través de la experiencia.