Hay un elemento en el arte que es la esencia de todo y que alcanza su máximo exponente en la fotografía y la pintura: la luz. El tratamiento de la luz ha sido el punto de partida de numerosos movimientos pictóricos y estilos artísticos personales a lo largo de la Historia.
En la actualidad, a principios del siglo XXI, nos encontramos en un período de grandes cambios tecnológicos que permiten cuestionarnos la forma de hacer arte y experimentar con nuevos materiales, técnicas y procesos creativos.
Un buen ejemplo de ello es este interesante artículo que hemos encontrado buceando por la red y que aborda el trabajo de Stephen Knapp en el ámbito del Lightpainting.
Sabemos que la luz es un canal indispensable para transmitir un mensaje visual. Y como expertos en comunicación visual también sabemos que aquello percibido ópticamente tiene una mayor capacidad de impacto, de apelar a los sentimientos y de ser recordado por el espectador.
En el sector de la impresión digital de gran formato, sobre todo cuando se trata de publicidad impresa, la luz es fundamental para dirigir la mirada del público. Un buen ejemplo de ello son los backlit o retroiluminados, unos displays conformados por una caja de luz y un vinilo impreso colocado frente a esta.
Para realizar la impresión del vinilo se utilizan tintas UV, claves de un método de impresión digital sostenible que aporta una alta calidad de imagen además de una gran durabilidad y resistencia a la luz.
Este tipo de elementos ofrecen una gran visibilidad en lugares altamente transitados, como un elemento más de visual merchandising, y ayudan a reforzar el branding en ferias y eventos, dónde conseguir que tu stand destaque es de vital importancia.
Debido a la fiabilidad del producto también se está integrando con éxito como una original solución para diseño de interiores capaz de dominar el espacio y proporcionar el ambiente adecuado.