El sector de la impresión digital ha vivido una evolución constante desde sus orígenes. Esta evolución ha tenido como objetivo, durante mucho tiempo, apostar por tecnologías que rebajaran los costes y tiempos de producción, buscando ser más rentable por encima de todo. Pero desde hace unos años algo ha cambiado.
Se sigue persiguiendo imprimir de forma rápida, barata y con grandes resultados gráficos, pero no a cualquier precio: el compromiso con el medio ambiente se ha convertido en un factor de especial relevancia.
Es en este contexto en el que aparece el movimiento Green Print, consistente en la búsqueda, desarrollo y aplicación de diferentes tecnologías para conseguir alternativas sostenibles dentro de la impresión digital.
Una de ellas son las llamadas tintas UV o de base acuosa, libres de disolventes, que no solamente son mejores para el medio ambiente sino también para la salud de los operadores, debido a que no desprenden compuestos volátiles orgánicos. Un beneficio compartido con el cliente final.
Esta tecnología se encuentra validada por el certificado de sostenibilidad de Greenguard, un ente independiente del sector que realiza análisis para asegurar la calidad del aire en aplicaciones de impresión para escuelas, restaurantes, centros hospitalarios,…
Otro cambio significativo ha sido la sustitución de los soportes best seller por sus homólogos Green. Hablamos de vinilos ecológicos sin PVC, lonas de poliéster o fibras naturales en lugar de PVC y plafones de papel compactado en lugar del tradicional foam. Un papel certificado por el FSC® (Forest Stewardship Council®), organismo no gubernamental que vela por la preservación de los bosques del mundo.
Estos cambios adquieren una mayor dimensión cuando se produce para retail y comunicación en punto de venta o decoración de interiores, dónde se fabrican miles de unidades con una vida útil limitada. La capacidad de reducir el impacto ambiental desde la fabricación del soporte hasta que se prescinde de él, permite que sea desechado en los contenedores amarillos y culminar así un proceso sostenible de la mejor manera posible: reciclando.