La fotógrafa rusa Anna Ostanina, ha pasado años trabajando con técnicas alternativas para realizar reproducciones fotográficas. Su favorita es la llamada impresión gumoil.
Se trata de un proceso inventado en 1990 por Karl P.Koenig cuyo término quedo acuñado en su libro “impresión gumoil”, publicado en 1994.
El método consiste en transferir la imagen mediante aceite y goma arábica sobre un lienzo de papel de trapo para posteriormente fijarla con radiación ultravioleta. A continuación el papel se frota con un pigmento oscuro, se lava con agua, se limpia el exceso de pigmento y se sumerge en lejía para eliminar la goma residual que ha sido endurecida por la luz.
Varias semanas después de acabar el proceso, la impresión está terminada y la fotografía luce en su forma final. Dado que el proceso es tan largo y tedioso, no existen dos impresiones gumoil iguales.
Ostanina utiliza papel de algodón, pinturas de aceite, goma y sales de cromo. A diferencia de Koenig, Ostania no utiliza productos químicos adicionales tales como el blanqueador de cloro.
Es un método de impresión glicée artesanal no aplicable a nivel industrial debido a sus costes y tiempos de ejecución pero se trata de un proceso original que produce unos resultados visualmente interesantes.
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