Inspirado en la cultura underground y el caos de la Gran Manzana, el logotipo «I Love New York» es probablemente la marca no corporativa más ampliamente reconocida del siglo pasado. Se trata de un símbolo de paz y optimismo que apareció justo cuando la ciudad no pasaba sus mejores momentos.
Aún conmocionada por el impacto de la crisis del petróleo de 1973 y cercana a la bancarrota, Nueva York sufrió el famoso apagón de 1977, un corte en el suministro eléctrico durante un día que dio lugar a una de las revueltas más caóticas de la historia de la ciudad. El saqueo, la violencia y los incendios alteraron la percepción que el mundo tenía de ella y el turismo quiso mantenerse alejado de sus peligrosas calles.
Eran tiempos oscuros y, literalmente, la esperanza no abundaba.
Al no obtener ayuda federal para la crisis y desesperado por cambiar el rumbo de los acontecimientos, el Departamento de Desarrollo Económico del Estado de Nueva York buscó en el talento de la agencia de publicidad Wells Rich Greene la manera de mejorar la imagen de la ciudad y hacerla más sugerente para los visitantes. La agencia construyó una campaña publicitaria elaborada, usando la frase «I Love New York» como premisa central, con una canción y un anuncio, pero la marca en sí misma todavía no se había materializado.
En este punto, el Departamento de Estado se inclinó por el diseñador gráfico Milton Glaser, fundador de la revista New York Magazine para colaborar con la agencia y crear una identidad visual adecuada para la campaña. En su reunión con los directores creativos, Milton sacó un boceto de su bolsillo: había estado garabateando algunas ideas en bruto durante uno de sus muchos desplazamientos en taxi por la ciudad, un lugar que amaba a pesar de sus defectos y dificultades. Era un concepto simple, esbozado apresuradamente, pero sentaría las bases para crear el logotipo perfecto.
La sencillez de la propuesta de Milton encantó al equipo creativo, quien le animó a refinar el diseño. Fue entonces cuando lo enmarcó en un cuadrado perfecto y optó por el calor y la redondez de un tipo de letra Courier negrita para complementar el icono del corazón.
«Pensé que iba a desaparecer después de un par de meses, y aquí está, cien por cien vigente hoy en día, vendiendo miles de camisetas y generando un montón de dinero”. – Afirmaba Glaser, que tiene hoy 87 años. Cuando se le pregunta por el hecho de haber realizado ese diseño de forma gratuita, teniendo en cuenta los éxitos cosechados, Glaser siempre ha dicho que lo hizo por amor a Nueva York y por un genuino deseo de verla resurgir de sus cenizas.
Más de cuatro décadas después, la marca continúa generando una cantidad asombrosa ingresos: unos 30 millones de dólares anuales. Una parte de estos beneficios va directamente al New York State Empire State Development, actual titular de la marca.
Milton Glaser es considerado uno de los grandes maestros del diseño gráfico del siglo XX y es también el autor de imágenes icónicas como el cartel de la esperanza en la campaña de Barack Obama hacia la Casa Blanca, el famoso poster en el que aparece la silueta de Bob Dylan de perfil con el pelo de colores o el logo de DC Comics pero, esas, son otras historias.
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