Islandsbanki, el banco de Islandia, ha presentado recientemente el rediseño de su sucursal en el centro de Reykjavik. La sucursal es un sólido centro financiero que ofrece servicios integrales de consultoría para particulares, por lo que su diseño y funcionalidad debían dar respuesta a un estructura flexible en la que la tecnología es capital para realizar una consultoría financiera efectiva y ofrecer una experiencia positiva de servicio al cliente.
Para ello se contrató al estudio especializado en retail y diseño de interiores Allen International, quien diseñó el espacio en tres zonas claramente diferenciadas:
En la parte frontal de la sucursal -la conocida como zona de “servicio rápido”- una serie de mostradores en madera impresa sirven para atender las necesidades bancarias diarias de los clientes de forma ágil, apoyadas por cajeros automáticos y pantallas táctiles informativas que funcionan a modo de autoservicio.
En el corazón de la oficina encontramos el “Community Lounge”, una área con un ambiente relajado en la que los clientes pueden disfrutar de un café de cortesía y charlar con los empleados con calma. Este espacio polivalente, que también se emplea para llevar a cabo charlas y seminarios, se encuentra decorado con wallpapers, carteles impresos y letras corpóreas que forman parte de la rotulación para delimitar las funciones de cada zona y transmitir el mensaje corporativo.
Finalmente encontramos un espacio en el que cada miembro del personal dispone de una mesa de trabajo y un salón comunitario para reuniones internas en el que elementos de soft signage refuerzan el branding. Esta disposición mejora en gran medida la eficiencia operativa y optimiza la asignación del espacio, cambiando radicalmente el enfoque de las reuniones. Las salas de reuniones privadas para clientes especiales están situadas en un cubículo acristalado en la parte superior, como un lugar elevado que es a la vez el punto focal del diseño de interiores de la sucursal.
