«Que sea más pop» es, probablemente, una de las frases más temidas, incomprensibles y francamente horribles que puede escuchar un diseñador gráfico. Los clientes a menudo utilizan esta frase cuando un logotipo o un diseño están cerca, pero no del todo, del nivel de «punch» que están buscando. Esta expresión a menudo se refiere a hacer el logotipo o el diseño más brillante, más grande, más prominente o a darle un mayor contraste. En resumen, el cliente está buscando un mayor impacto en el diseño. Mientras que los diseñadores saben lo que es “pop», no siempre pueden estar seguros de la ruta más eficaz y eficiente para hacer que suceda. Os proponemos cinco maneras específicas para hacer diseños impactante y, consecuente, felices a los clientes.
1. Intensifique el color
«Hacerlo más pop» puede requerir un trabajo mínimo, sobre todo si el cliente indica que está satisfecho con el aspecto generales del diseño y sus fuentes. Si este es el caso, jugar con las tonalidades e intensidades de color existentes puede ayudar. Utilice tonos más saturados y vibrantes para crear el contraste necesario en áreas clave y así dirigir la mirada al diseño de manera apropiada.
2. Pruebe diferentes combinaciones de colores
Si el cliente no está satisfecho con la dirección general del color, lo ideal es crear tres o cuatro propuestas de diseño en colores completamente distintos entre sí. Esto ayudará al cliente a decidirse cuando lo revise
3. Juegue con la jerarquía de texto
Cuando un cliente pide un diseñador para «hacerlo pop» puede que en realidad sólo quiera que una parte del texto incluido en el diseño destaque más que otra. Intente cambiar los tamaños de fuente de la pieza y experimente con la jerarquía de texto; hacerlo podría ser justo lo que se necesita.
4. Introduzca maquetas
A veces, un gran diseño simplemente no impacta al cliente porque se ve plano y poco convincente en la pantalla del ordenador. Afortunadamente, los diseñadores pueden jugar con la impresión digital para ayudar a darle al producto un contexto en el mundo real.
5. Pruebe un esquema tipográfico diferente
Es posible que la selección de la fuente actual no sea la más adecuada para la información o el mensaje que su diseño está tratando de transmitir. Typecast es una buena herramienta para ello.