Hoy en día la mayoría de empresas disponen de impresoras domésticas que pueden ofrecer unos resultados de impresión bastante aceptables. Así que ¿por qué iban a requerir de un servicio profesional? Existen varias razones que responden a esta pregunta:
Para ahorrar tiempo – No necesita que un empleado deje de hacer su trabajo para ponerse a imprimir.
Para ahorrar dinero – La profesionalización permite que los costes sean más reducidos.
Por la calidad – Las impresoras de oficina normal simplemente no están diseñadas para producir impresiones con la calidad que puede recibir al contratar un servicio profesional.
Y eso se nota. Dar una buena imagen refleja profesionalidad y genera confianza en los clientes.
Por la gran variedad de soportes y formatos – Las impresoras convencionales están limitadas a papel, con un tamaño máximo de folio. Existen impresoras profesionales de gran formato que permiten imprimir sobre materiales tan diversos como madera, textil, vinilo o cartón, y en grandes dimensiones.
Por las facilidades de distribución- Usted proporciona los archivos, realiza su pedido y se olvida. Los profesionales se encargarán de diseñar (si es necesario), producir, entregar e incluso instalar su solución gráfica.
¿Qué tener en cuenta?
Cuando usted está buscando un impresor profesional hay muchas cosas a considerar antes de elegir. Esta es alguna información importante a tener en cuenta:
¿Son locales?
Y si no lo son ¿tienen la capacidad de cumplir plazos y llegar donde está usted?
Hoy en día es fácil comunicarse en línea pero hay que valorar si la red de distribuidores, transportistas e instaladores podrá satisfacer sus necesidades como cliente.
¿Pueden imprimir todo lo que necesita?
No todos los servicios de impresión imprimen lo mismo. Algunos se especializan en impresión digital mientras que otros siguen empleando la impresión analógica. Algunos solo en pequeños formatos y otros abarcan todo. Es importante asegurarse que pueden producir lo que usted necesita garantizando la mejor calidad con el mejor precio. Informarse de si pueden realizarlo ellos mismos o van a subcontratar.
¿Tienen su propios diseñadores?
Incluso si usted tiene un diseñador gráfico a su disposición, que la empresa de impresión tenga alguno en plantilla puede ser muy valioso para hacer retoques de última hora, modificar algún elemento tras las pruebas de impresión o incluso sólo para comprobar que los archivos están listos para ser impresos correctamente.