Las oficinas municipales de Holland Kroon, al norte de los Países Bajos, han apostado por la modernidad. Ellos mismos se califican como una ciudad «joven», con muchos proyectos, cuyos empleados necesitan estar más cerca de la gente.
La amplitud ha sido la máxima en este proyecto de interiorismo de 2017, sin renunciar por ello a la división de espacios, que a veces son áreas abiertas. Un cubículo en el que se ha utilizado la impresión en madera hace las veces de área de trabajo o de reunión, sin romper la fluidez y el «efecto loft«.
La cocina es el centro de todo. El ambiente informal no pierde seriedad gracias a la armonía de colores: azul y amarillo para los espacios más animados, verde para las áreas de trabajo. Los tonos se materializan en el mobiliario, pero sobre todo se plasman en el suelo, mediante alfombras vinílicas impresas, que resultan una solución económica y resistente para zonas muy transitadas.
Las salas de reuniones tampoco se encierran en sí mismas. La intimidad se crea a partir de listones de madera impresos que separan la estancia del área abierta, pero a su vez le permite seguir integrada al entorno. El suelo y el techo vinílicos causan una sensación envolvente e inmersiva, que evita distracciones.
La diferencia entre un espacio vacío y uno decorado a veces depende de una sola impresión en gran formato. Sólo una pared se viste de verde en la estancia dedicada al trabajo individual, pero logra transformar toda la sala en un entorno relajante por la calidad fotográfica en la impresión de motivos boscosos.
Algunos de los usuarios han comentado que ahora «todo está en su lugar» y creen que el nuevo aspecto de las oficinas municipales favorece el desarrollo de la ciudad. Una reforma radical, rapidísima y low cost, basada en sencillos muebles y vinilos de gran formato.