El cerebro es una estructura biológica compleja, que funciona como una máquina; ¿o tal vez sean las máquinas las que funcionan como un cerebro? Dos artistas, Greg Dunn y Nicolas Baier abordan el tema del cerebro de diferentes maneras, sin embargo, ambos son capaces de retratar la belleza y complejidad de uno de nuestros órganos más importantes.
Con un doctorado en neurociencia, Dunn ha visto el funcionamiento interno del cerebro con un microscopio muchas veces. Al trabajar con neuronas empezó a ver patrones que lo inspiraron para convertirse en un artista. Cuando pinta sus neuronas, Dunn utiliza el menor número de trazos posibles a fin de imitar la complejidad de las neuronas. Con el tiempo los patrones se han hecho más fluidos ya que Dunn no crea réplicas exactas de los patrones neuronales de los que había sido testigo bajo su microscopio, sino «nuevas» neuronas que se pueden ver sobre el papel, a gran escala y simple vista.
Por otro lado el artista Nicolas Baier se inspira más en la función del cerebro como soporte de memoria. Sus obras Engramas (el mundo de las ideas) y Neuronas, ambas de 2013, juegan con la «complejidad del sistema reticular frente a la rigidez de los servidores de un ordenador», yuxtaponiendo una escultura que simula el sistema de un ordenador con una imagen manipulada que asemeja neuronas dentro de un mismo espacio expositivo. El trabajo de Baier se pregunta “ sobre el acceso al conocimiento de la realidad y la extrema complejidad de la transmisión del conocimiento» así como el impacto que esto tiene en la estructura de almacenamiento de nuestros recuerdos y la función cerebral.
Dos artistas que trabajan en medios distintos con el fin de hacernos pensar y entender cómo lo hacemos mediante sus obras.