Una persona que vive en una ciudad de tamaño medio puede llegar a ver hasta 5.000 anuncios en un día, incluyendo todo tipo de publicidad impresa: por la calle, en ascensores, en el interior de un taxi,… Una startup holandesa quiere ayudar a convertir nuestros tranquilos bloques residenciales también en soportes de publicidad.
Add my window es una empresa con sede en La Haya que permite a las personas alquilar sus ventanas como espacios publicitarios. El propietario recibe dinero (hasta 150 euros por ventana, al mes), pero no tiene ningún poder de decisión sobre el tipo de anuncios que se instalan.
Según la compañía, en la actualidad hay 238 ventanas disponibles en cuatro ciudades de los Países Bajos y siete anunciantes que ocupan actualmente 31 de estos espacios de ventana. Los anuncios se imprimen en vinilos de fácil aplicación que quedan colocados por dentro de la ventana. Estos vinilos permiten que un poco de luz pase a través permitiendo que la habitación no quede privada de luz natural pero impiden que pueda verse el interior desde fuera.
Sin embargo, hay varios problemas potenciales con este modelo. Las personas más susceptibles a alquilar su ventana son inquilinos, mientras que a los propietarios no suele gustarles la idea. Asimismo las normativas municipales pueden ser un inconveniente para el proyecto, aunque desde Add my window afirman que están trabajando para que eso no sea un problema.
Add my window es otro ejemplo de cómo Internet está permitiendo a las ciudades e individuos mercantilizar casi todo lo que tienen (incluso cuando no son propietarios) como parte de la llamada «economía compartida.» Aunque alquilar ventanas a anunciantes probablemente no está entre los primeros puntos de la lista de los que creen en la economía compartida y el consumo colaborativo.