Si nos remontamos al concepto general, un escaparate se define como una abertura en una tienda, por lo general cubierta de vidrio transparente, que permite a la gente que transita por la calle ver desde el exterior el local y los productos que en ella se venden.
El primer uso del visual merchandising del que se tiene constancia tuvo lugar en 1909 de la mano del minorista Gordon Silfriges, quien dejaba las luces de su negocio londinense encendidas por la noche y cuando la tienda estaba cerrada con esa misma intención.
A día de hoy existe una gran variedad de tipos de escaparates según el tamaño, finalidad y lugar, y el concepto ya no hace referencia necesariamente a una abertura acristalada en la fachada o un lateral de la tienda.
En este post queremos mostraros los ocho tipos de escaparates más comunes:
Escaparates cerrados
Formados por un gran panel de vidrio en la parte delantera y una pared sólida en la parte posterior.
Escaparates semi-cerrados
Formados por un gran panel de vidrio en la parte delantera y una parte posterior parcialmente cubierta para permitir la visión del interior de la tienda.
Escaparates sin trasera
Formados por un gran panel de vidrio en la parte delantera y ninguna pared en la parte posterior.
Escaparates abiertos
Sin panel de vidrio ni pared sólida.
Escaparates elevados
Pueden ser abiertos o cerrados pero su peculiaridad es que están instalados en un nivel superior.
Escaparates esquineros
Escaparates situados en una esquina y que permiten la visión desde dos direcciones.
Escaparates de isla
Estos son instalaciones independientes que generalmente están situados en el vestíbulos, pasillo y zonas amplias de las tiendas.
Shadow boxes
Son pequeños escaparates en forma de caja que se utilizan habitualmente para la exposición de productos cosméticos y joyería.
Obviamente existen más tipos de escaparates de los mencionados pero, sea cual sea el tipo utilizado, los principios de escaparatismo subyacentes para garantizar su efectividad nunca cambian.