La controversia vende. Vende en periódicos, productos, publicidad y servicios. Una «buena» controversia llama la atención y desata la imaginación, y por ello existe tanta publicidad basada en ella. En el mundo del diseño gráfico, en muchos casos, se intenta vender gracias a efectos visuales, empleando o no la controversia. Ambas estrategias funcionan, lo que no funciona es cuando el diseño gráfico se vuelve controvertido de forma involuntaria. Hoy os traemos 4 claros ejemplos
1. El logotipo de la Universidad de California
A finales de 2012, la Universidad de California dio a conocer un nuevo logotipo con la intención de renovar su identidad y hacerla más moderna. El logotipo nunca tuvo la intención de reemplazar el sello de la universidad, aunque muchos lo interpretaron así. La respuesta de estos fue la recogida de 54.000 firmas pidiendo la retirada del nuevo diseño y el restablecimiento del logo antiguo. La universidad no tuvo más remedio que ceder.
2. Gap y Tropicana
Se trata de un dos en uno. En 2009 y 2010, respectivamente, Tropicana y Gap intentaron cambiar radicalmente su imagen de marca. Tropicana retiró la naranja atravesada por una pajita de sus envases y Gap introdujo un nuevo logotipo creado para que la empresa pareciera más moderna. Ambos fracasaron miserablemente, en gran parte porque, al parecer, no entendieron lo que querían sus clientes. En poco tiempo se recuperaron los diseños originales.
3. North Face VS South Butt
Empresa de ropa de aventura The North Face se horrorizó al saber que en 2007 una start-up llamada South Butt tenía un logotipo que era asombrosamente similar al suyo. Puesto que el fundador de South Butt se negó a ceder, el caso terminó una batalla legal que se resolvió en última instancia fuera de los tribunales dando lugar a la disolución de la start-up.
El caso es interesante porque enfrentó los derechos de una marca registrada contra una parodia de esta. El juicio, de haberse celebrado, hubiera sido un caso único en la historia del diseño gráfico y los derechos artísticos.
4. Madrid 2020
El diseño del logotipo de la candidatura de Madrid para el 2020 fue el resultado de un concurso ganado por un estudiante de 22 años de edad, cuyo logotipo original en el que se leía «M20» fue manipulado para que se leyera «2020.» Además, una empresa de muñecas con sede en Madrid reclamó que el logotipo era una imitación del suyo.