Es el color elegido por Pantone para el 2015.
El nombre proviene de la ciudad siciliana de Marsala, en cuyas tierras se produce el vino que, por su tono marrón rojizo, ha dado nombre al color escogido por el Pantone Color Institute como referente para la moda, la belleza, el diseño industrial, el diseño de interiores y el mobiliario de cara al próximo año. Tal y como lleva haciendo desde hace 15.
Lo definen como “un tono de buen gusto que encarna la riqueza satisfactoria de una buena comida, con raíces a la tierra; una voz cordial y elegante que emana naturalidad.”
El 18-1438 Marsala es atractivo tanto para hombres como para mujeres, un tono sugerente para ropa y accesorios que fomenta la creatividad y la experimentación del color.
Se ve exquisito en mezclas monocromáticas de colores de rosa amelocotonado y proporciona un matiz brillante en combinación con los metálicos de oro envenjecido.
Es halagador con muchos tonos de piel, sensual y sutil, una gran opción de color para insinuar la belleza y hacer que destaque enormemente como maquillaje; también ofrece un estilo pop cautivador al color de uñas así como a las sombras de labios y al pelo.
Dramático y al mismo tiempo terroso, rico y con cuerpo, aporta calidez orgánica de color a los interiores de las casas haciendo de elemento unificador entre el espacio y las superfices textiles o texturizadas como las cortinas, tapizados o ropa de cama.
Es el tono ideal para una transición natural entre cocina y comedor por lo que es muy adecuado para vajillas, manteles impresos, pequeños electrodomésticos y otros enseres.
Para el uso en el diseño es llamativo pero no agobiante o brillante, transmitiendo una sofisticación serena a la impresión y el packaging. Un acabado mate resalta la naturaleza consonante del Marsala al tiempo que añade un mensaje completamente diferente de glamour y lujo.