Todos conocemos el vinilo decorativo al ácido; unos le llamamos ácido, otros glaseado, glass, translúcido… Pero le demos el nombre que le demos, todos hablamos de un vinilo decorativo que simula la superficie de cristal arenado al aplicarlo sobre un cristal normal. Podemos encontrarlo gris, lechoso, en varios colores, más o menos translúcido y de diferentes durabilidades.
Es el material standard en el mundo de la rotulación, y se utiliza habitualmente tanto para embellecer como para dar privacidad a los espacios; a veces simplemente aplicándolo a paños, y en ocasiones recortándolo en forma de letras, franjas, formas, figuras…
Pero también existe otra forma de trabajarlo, que permiten las nuevas técnicas de impresión; el vinilo ácido impreso. Para ello se utiliza como soporte de impresión un vinilo de un % concreto de opacidad, que hace que la visión de la gráfica por ambos lados del cristal sea similar. Esta técnica multiplica exponencialmente el número de efectos y permite añadir imágenes, consiguiendo resultados que no dejan indiferente a nadie.
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